Este curso hemos hecho un viaje por la educación en valores con el libro El Principito y, una vez más, como prueba de compromiso con los niños y sus familias, hemos retomado la ilusión y la fuerza necesarias para emprender este viaje. Para trabajar los valores hay que creer en ellos y transmitirlos; educar con el ejemplo, educar en el amor, la amistad, la generosidad, el sentido de la vida y la naturaleza humana.
El primer trimestre, como todos nuestros proyectos, lo dedicamos a buscar información, a planificar y diseñar actividades para los niños y también para las familias. El centro se va ambientando de forma distinta y se va creando un clima más interactivo.
"Los cuentos ayudan a dormir a los niños pero también a despertar a los adultos". (Jorge Bucay)
La fiesta de Navidad fue el punto de partida, con la adaptación de El Principito, teniendo como personajes: el narrador, el Principito, la serpiente, la rosa, el zorro y los baobats. A todos, niños y grandes, nos encantó. Un teatro muy participativo en el que no se dejó de cantar el tema “estrellita donde estás…” que ha sido nuestra canción estrella.
Como regalo de fin de trimestre, las familias realizaron en los talleres un memory-juego para cada niño. El memory es un juego de memoria con todas las fotos y nombres de los niños y ellos tienen que jugar a emparejar y ejercitar la memoria visual.
El segundo trimestre viene marcado por el Carnaval; hacemos trajes del Principito y salimos en el desfile de Leganés. Creamos expectativas y acontecimientos en la escuela como espacios de aprendizaje, de compartir y de estar juntos.
Como despedida del segundo trimestre Ángel, un papá de la Casita, puso música al Principito, con fragmentos de: Vocalise-Rachmaninov; Pedro y El Lobo-Prokofiev; Allegro de la Primavera-Vivaldi; Estuido “Tristeza”-Chopin y alguno más., en una mañana de sorpresa y creatividad,.
Por las tardes, con las familias, hicimos un taller de lectura con Inma Luna, periodista y antropóloga, escritora de novela, poesía y otras publicaciones. Nos dio pautas muy interesantes de cómo interpretar un libro, en este caso El Principito. Comprender un texto es trascenderlo, integrando las ideas del autor con las nuestras. Los objetivos que nos habíamos planteado con este taller son:
- Fomentar el interés por la lectura del Principito
- Comprender el lenguaje del libro
- Extraer los valores del libro
- Desarrollar un pensamiento crítico y reflexivo.
Aprendimos que:
- Entre todos, niños, familia, escuela, podemos hacer proyectos interesantes
- Las ideas se hacen realidad.
- La libertad es la oportunidad de tomar decisiones.
- Innovar nos genera satisfacción.
En el aula de 1 año el Proyecto de El Principito comenzó con un primer contacto a través de una adaptación del cuento adecuada para nuestros niños: en él, se simplificaba tanto la narración como las imágenes para que resultara mucho más cercano a la edad de los pequeños, pero sin perder el sentido de cada personaje en la historia. Dicha adaptación fue preparada con nuestra supervisión por las Carnavalitas.
Tras conocer el cuento, el primer personaje que vino a visitarnos y que se quedó para el resto del curso fue el Principito. A todos nos encantó y le colocamos en un sitio privilegiado de la clase para que estuviera bien presente cada día.
El siguiente en aparecer fue el que se ha convertido en nuestra mascota del año: Boa, la serpiente, que ellos mismos alimentaron e hicieron que creciera y estuviera grande.
Boa ha dado pie a realizar una actividad en la que se han implicado las familias, ya que cada fin de semana un niño se ha llevado a Boa a su casa. Después cada uno reflejaba en una hoja su fin de semana con fotos y algunos comentarios, para finalmente juntar todas las hojas y hacer un cuaderno donde quedan recogidas todas las aventuras vividas por Boa.
También para tener a Boa más presente en el aula, hicimos un dibujo de su silueta y los pequeños fueron los encargados de pintarla. Desde el momento en que apareció el dibujo de Boa, todos los niños lo han cuidado y respetado, sin estropearlo en ningún momento.
El siguiente personaje en visitarnos fue el Cordero, que decoramos con las manos y yogur.
El último en visitarnos fue el Zorro, que pintamos con chocolate líquido, ayudados de nuestras manos y de esponjas. Todos han formado parte de nuestro día a día.
Todas estas actividades, además de servir para conocer a los personajes, han sido útiles para experimentar con diferentes temperaturas, texturas, densidades,…, desarrollando su imaginación y creatividad.
¿Cómo se vivió este proyecto en el aula de 2 años?
Durante el Período de Adaptación, los papás elaboraron un cohete espacial con las fotos de los niños que, sorprendentemente, ha permanecido intacto todo el curso; también diseñaron e hicieron varios asteroides con los que pudimos soñar y viajar; el viaje es un movimiento de la imaginación. Viajamos porque buscamos algo, o lo queremos o lo deseamos; algo que nos falta y que únicamente conseguiremos si nos movemos del lugar donde estamos. El viaje es uno de los motivos más simbólicos de la literatura y de la vida misma.
En el espacio del cuento empezamos a ver el libro El Principito, pasar las hojas, ponerle cara al protagonista, conocer a la serpiente, a la rosa, al zorro, al cordero, a los baobabs…y vamos tomando conciencia de la experiencia que vamos a adquirir. Las respuestas libres y espontáneas de los niños nos dan idea del interés que ponen en cada momento y en cada situación: a la Casita ha llegado un personaje que ha movilizado su curiosidad. Cada uno expresa sus emociones, participa activamente, argumenta, pregunta, responde… ¡hemos acertado de pleno! Se trata de una experiencia que sirve para desarrollar la autoestima, porque permite que cada uno llegue a tener un sentimiento de autosatisfacción por lograr cumplir sus deseos.
En el aula se van viviendo situaciones en las que los niños son protagonistas de su propio aprendizaje. La imaginación y la creatividad tienen un papel muy importante en el desarrollo del aprendizaje de los contenidos. Les va gustando cada vez más El Principito y vamos consiguiendo nuestro objetivo.
Cuanto mayor sean las oportunidades para desarrollar la sensibilidad y agudizar todos los sentidos, mayor es la oportunidad de aprender. Los niños proyectan una parte de sí mismos: cómo piensan, cómo sienten y cómo se ven, a través de los dibujos. Pintamos a la rosa, al cordero, a la serpiente, al zorro y los niños encuentran un camino para poder desarrollar todo lo que está depositado en su imaginación.
Terminamos un curso estupendo, graduando al Principito con el resto de los niños que se van al cole. Una vez más, el trabajo, el amor que ponemos en ello, la motivación el compromiso y flexibilidad nos dan pautas para seguir adelante.
Bibliografía:
El Principito Antoine de Saint-Exupery
El arte infantil. Ampero Fosati
Casa de Niños Los Pinos
Carmen Barrios, Arancha Loscos y Rosario Pérez
Hemos tenido la gran suerte de participar en este proyecto junto a nuestro hijo de 2 años y solo puedo dar las gracias por todo lo que hemos aprendido y por lo mucho que hemos disfrutado. Gracias Charo, Carmen, Arancha por La ilusión que ponéis en todo lo que hacéis y por toda la energía que nos contagias...
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